El caucho natural y el sintético son homopolímeros termoplasticos del isopreno (metil-1,3-butadieno )que se pueden transformar en polímeros termoestables mediante el proceso de vulcanización.

En 1839, el norteamericano Charles Goodyear descubre el proceso de vulcanización por casualidad al dejar encima de una estufa una pequeña cantidad de azufre junto con caucho natural. Esa pequeña cantidad de azufre hace que las cadenas lineales se unan formando puentes disulfuro entre ellas lo que aumenta su estabilidad térmica (no se vuelve pegajoso al aumentar la temperatura) y lo hace más resistente y elástico. Así las propiedades son las adecuadas para la fabricación de neumáticos de coches.



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